El Valor De Dar GRACIAS

Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios. 2 Corintios 9:11

La expresión «GRACIAS» no es una mera frase educada y convencional. Muchas de las buenas costumbres de la vida, que practicamos en forma consciente o inconsciente, fueron originalmente instituidas por seres sabios y personas que estaban en línea con Dios y sus leyes espirituales y que además, deseaban ayudar a la humanidad.

La expresión «gracias» tiene el poder de abrir la conciencia y despertar a la verdadera riqueza, Su Riqueza; aquella que le ha sido entregada a usted, pero que aún no ha tomado, quizas por el desconocimiento de los diferentes factores que influyen en la obtención de la misma, como lo es el dar gracias. También; aquellos que saben dar las gracias cuando caen en las pruebas, demuestran su valor interno y su conexión con una conciencia superior, su conexión y comunión con Hashem, Dios y señor de todo lo creado, visible e invisible.

Un agradecimiento tal, debe provenir de una clara conciencia y de un perfecto conocimiento de las leyes de la vida y las leyes de Dios.

Es entonces cuando decimos, que se posee el poder para transformar las situaciones y los estados mentales. Cuando se dice y se agradece de la forma correcta, nacido de un corazón sinceramente agradecido, este agradecimiento tiene la virtud de purificar el alma terrenal y las relaciones entre los demás seres.

Dar las gracias a alguien, es purificar la atmósfera entre tú y esa otra persona.

Algunas veces incluso puede sanar relaciones y situaciones difíciles. «Gracias» ejerce un poder liberador; permite el desapego, el abandono (o la aceptación de las cosas), y facilita el perdón.

Es necesario tener un corazón agradecido y plantar la semilla del agradecimiento en él, para que puedan brotar los frutos del agradecimiento constante en nosotros de forma natural. Agradecimiento al Padre que nos ha dotado de todas las cosas y capacitado para todo, agradecerle por todo lo bueno e incluso hasta por aquello difícil que nos pule y a veces nos incomoda y hace de nosotros mejores y más capacitados seres, agradecimiento por su creación, por cada planta y animal, y por la creación de nuestro complejo y maravilloso ser y además; para tener la capacidad de ser agradecidos también entre nosotros mismos, siendo humildes para reconocer hasta el más mínimo detalle, que cualquier persona tenga para con nosotros.

En verdad, dar gracias puede convertirse en una verdadera bendición para uno mismo y para otros; puede ser una muralla de defensa contra las fuerzas de la oscuridad que con frecuencia tratan de interferir en nuestras vidas para perturbar furtivamente, complicarlo o destruirlo todo. Por medio de la gratitud, también se puede crear una base sólida sobre la cual se pueda construir una vida útil, armoniosa, rica y consciente, en el aspecto psicológico y espiritual de la vida.

Que dar “GRACIAS” no sea solo una frase que usemos, sino que se vuelva una parte vital de nuestra propia existencia, como lo es el aire y el agua.

Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.   1 Tesalonicenses 5:18

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